Field blend del valle que nos acerca a la comunidad tradicional de Barreal ya que sus uvas son cosechadas de las pérgolas de las casas de los vecinos en plena Cordillera de Los Andes. De este esfuerzo se obtiene un blanco alegre y preciso, con muy buena frescura que brinda el punto justo de equilibrio.
Definitivamente un hermoso vino de montaña, que transmite su lugar y su historia gracias a el trabajo de rescate de Cara Sur, algo a lo que hay que prestarle atención y tomar de ejemplo en cuanto a preservación del patrimonio cultural vitivinícola.