Cordial nos cuenta la historia de Andrés y Vanessa en cada rincón del espacio. Decorado con piezas de arte (actualmente de Wynnie Minerva), vinilos en la repisa central y libros junto a las copas, listas para abrir una botella de la cava. Este espacio es una propuesta refrescante y coherente para los amantes del vino natural.
“Cordial es un proyecto pre pandémico pero ha tenido un montón de formas”, nos comenta Andrés Marroquín, quien buscaba un espacio físico para su proyecto editorial, Meier Ramirez, antes de que empezara la pandemia que ahora y junto a Vanessa, tienen Cordial. Luego de pasar por muchas etapas, encontraron la manera indicada de compartir su visión del arte, el hogar, los libros, la música y el vino con todos nosotros en el nuevo local barranquino.
Andrés nos cuenta: “Yo, obsesivo, vi el sótano y supe que teníamos que hacer una cava”. Este espacio es el corazón de Cordial, aunque originalmente, este lugar no iba a ser precisamente para vino. Al inicio, estaba enfocado en ser un proyecto cultural de café y vinilos: “Yo tenía unas revistas de cafés de audiofilos en Tokio (…) esto iba a ser solo café, todo era café”. Sin embargo, luego de abrir Cordial, de armar la cava, poner los libros y vinilos, el espacio por sí mismo empezó a enamorarse principalmente del vino.
“Cualquier lugar comercial provecharía el espacio de abajo como almacén, pero la cava se ha quedado tal cual, es muy bonito tener un espacio así y que brinda tributo al gran trabajo que ha hecho La Gastrónoma en reivindicar el vino natural y en impulsar a los productores locales. Ahora nosotros tenemos la suerte de trabajar con ellos, en alianza, en colaboración”, comenta Andrés.
En la carta de Cordial hay vinos de la selección de La Gastrónoma, de productores locales como las elusivas botellas de Pepe Moquillaza y destilados peruanos como Matacuy. Además, encontramos dos vinos propios de Cordial: el rosado de Syrah-Malbec (2021) y el Italia-Torontel (2021), hechos junto a Ismael Carpio de Pampas de Ica. “Es un proceso, hasta que te toma totalmente y se vuelve una decisión, un estilo de vida”, cuenta Vanessa sobre la elección de tener solo vinos naturales en la carta.
“Desde el día uno ya no había vuelta atrás, yo recuerdo muy bien ese primer vino que cambió mi mirada hacia el vino natural. Hoy día lo tenemos en la cava y cada vez que bajo sonrío”, comenta Andrés. Esta armonía entre el uso del espacio hasta los insumos que se utilizan para crear el menú, solo refuerza la idea de Vanessa y Andrés sobre la calidad que ofrecen los productos orgánicos y locales, haciendo de Cordial un lugar coherente para quienes buscan calidad y trazabilidad en lo que consumen.
Cordial recién está empezando, pero se siente como un espacio que encontró su lugar dentro de la agenda de muchos en Lima y una parada casi obligatoria en Barranco para disfrutar junto a amigos en la cava. Esperamos ver mucho más arte, libros, vinos y vinilos aquí en el futuro de la mano de Vanessa y Andrés. ¡Salud, Cordial!
Nuestra recomendación:
Malbec-Syrah Cordial 2021, creado con Ismael Carpio para ellos (Pampas de Ica, Perú). Un rosado ligero, delicioso y peligrosísimo para largas tertulias en la cava. Solo 120 botellas.
Cordial Av. Grau #810 Barranco
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