Para finalizar el mes de entrevistas a mujeres del sector de vino en Lima, compartimos cuatro preguntas a la sommelier, winemaker, educadora y comunicadora argentina basada en Lima Gaby Rovati.
¿Cómo empezó tu acercamiento al mundo del vino?
Desde que tengo uso de razón. Tengo la suerte de haber nacido en Mendoza. Crecí rodeada de viñedos literalmente, mis “vecinos” eran fincas. En mi familia, todos los años hacíamos el vino para el año. Todos los nietos pisábamos la uva, ayudábamos en la vendimia. Hasta el día de hoy, mi tío abuelo hace su vino con las hileras que tiene en el jardín de su casa.
¿Qué es lo que más te apasiona de este sector?
El vino es un arte, ciencia, tradición, pasión y amor.
¿Qué le aconsejarías a otras mujeres que quieren empezar una carrera en este rubro o que quieren acercarse más a él?
Este es un camino de ida, no hay vuelta atrás. Cuando yo salí del colegio, la enología no era una carrera para mujeres; trabajar en el campo, en la bodega, rodeada siempre de hombres, etc. Entonces estudié arquitectura, mi otro amor. Pero un día visitamos con la universidad una bodega que diseñaron y construyeron mis profesores de arquitectura, y juro que cuando entré a la sala de barricas, al laboratorio, el olor a fermentación, etc., dije "¡¿Qué estoy haciendo?!" En mi cabeza, yo iba a ir por el mundo construyendo bodegas hasta ese día. Llegué a la ciudad de Mendoza, me di de baja en la carrera de arquitectura y me fui a inscribir en la carrera de enología.
No importa lo que digan los demás (mis papás lloraban); no fue nada fácil, pero al final hay que hacer lo que a uno lo hace feliz y fue la mejor decisión de mi vida. Al mismo tiempo, busqué trabajo en bodega, empecé trabajando en turismo, luego en laboratorio (del colegio salí técnica química, lo que me habilitaba para trabajar en laboratorio), llegué a ser la segunda enóloga de una bodega y cumplir el sueño de hacer mi propio vino: Resiliente Wines.
Luego me vine a vivir a Perú y hoy me dedico a la comunicación y capacitación. Acá estudié sommelier y siempre estoy capacitándome. No importa qué tan difícil sea la cosa, a veces hay que patear el tablero y jugársela por lo que uno ama y lo apasiona.
Vino favorito o recomendación del momento:
No me gusta recomendar un vino; en cada botella hay mucha historia, trabajo y esfuerzo. Pero siempre me inclino por vinos que buscan la identidad del lugar, que el productor tiene un gran respeto por el suelo, vinos sin maquillajes. Esos vinos son los que me conmueven, me emocionan.
Comments